Al buscar y reservar aparcamiento en Cádiz u otro municipio, cobran importancia aspectos como la protección, la seguridad o la proximidad de la plaza en cuestión. Para el conductor medio, las colisiones y robos en estacionamientos son la principal preocupación, según una encuesta de Parkimeter. Estas amenazas se han normalizado en parkings públicos, en contraste con los privados donde todavía constituyen sucesos aislados.
Frente a los riesgos de aparcar en la calle, los parkings privados ofrecen una alternativa segura gracias al uso de sistemas de videovigilancia. La presencia de cámaras, aparte de su efecto disuasorio, permiten frustrar cualquier intento de robo en las instalaciones del parking. En grandes ciudades como Cádiz, esta medida puede marcar la diferencia.
Estacionar en la vía pública supone un peligro también para la integridad del vehículo. Al riesgo de colisión se suma la exposición a la lluvia, la radiación solar y la resina de los árboles, corrosiva para la mayoría de las carrocerías.
Por otra parte, el vandalismo no es un problema exclusivo de la capital gaditana. Cualquier ciudad de tamaño medio o grande sufre este mal, razón por la que aparcar en la calle no es la opción más recomendable. Preferir en su lugar los parkings privados evita que el vehículo pueda ser objeto de actos vandálicos.
Una porción de los parkings públicos se reducen a solares, pobremente señalizados y mal iluminados en horario nocturno. Estos defectos brillan por su ausencia en estacionamientos privados, que cuentan con una intensa señalización y un sistema de iluminación que permanece activo las veinticuatro horas del día.
La proximidad es otro punto a favor de los estacionamientos privados. En general, disponen de una ubicación céntrica, de forma que incentivan el ahorro de tiempo y de combustible. Al acortar los desplazamientos en carretera, también contribuyen a la reducción de congestiones vehiculares.
