Las demandas por negligencia médica están a la orden del día en la sanidad europea, especialmente entre los médicos de hospital, que se ven afectados por ellas un 10% más que los profesionales de la atención primaria de salud. Como sucede con cualquier otra demanda, esta acarrea un perjuicio para la reputación y la economía personal del demandado, expuesto en muchos casos a perder su empleo si la demanda judicial resulta desfavorable para el acusado.
Una demanda negligencia medica vigo, Sevilla, Bilbao, etcétera, debe fundamentarse en una causa veraz y demostrable. Una de las más frecuentes es las complicaciones derivadas de la ausencia de tratamiento por un diagnóstico erróneo o inexistente. Por ejemplo, si el paciente manifestó dolores que fueron incorrectamente asociados a una causa benigna, los problemas de salud ocasionados serán responsabilidad del especialista médico responsable del diagnóstico.
Las demandas por negligencia médica pueden justificarse, asimismo, en que el profesional sanitario optó por no emplear todos los dispositivos y medios de diagnóstico a su disposición. En este supuesto, la decisión habría impedido que el cliente recibiera un diagnóstico adecuado, lo que condujo al agravamiento de sus síntomas y de su enfermedad.
Por otra parte, si la dolencia del paciente fue diagnosticada correctamente, pero no se le facilitó la documentación necesaria para, por ejemplo, administrarse los fármacos adecuados para su tratamiento, el médico habrá incurrido en una mala praxis merecedora de una demanda judicial. Aunque pueda sorprender, este tipo de reclamaciones es relativamente frecuente en nuestro país.
Además, la demanda por negligencia podrá basarse en la ausencia del consentimiento del paciente, en caso de haber expresado abierta e inequívocamente su negativa a tomar los medicamentos prescritos o a seguir un tratamiento determinado. De igual forma, el profesional sanitario debe ajustar sus actuaciones a una serie de procedimientos de seguridad en cada intervención y prueba diagnóstica.