Los productos congelados han mejorado su calidad en los últimos años de una forma notable. Tanto que hoy consumimos muchos de ellos y no podemos decir si se trata de alimentos frescos o congelados a no ser que tengamos un paladar muy bien entrenado.
Esto ha hecho que alimentos que antes no eran habituales en este formato ahora sí lo sean, facilitando mucho la vida de los profesionales de la hostelería. Es el caso de las empanadas, tan populares en nuestro país, especialmente en determinadas zonas y que ahora es posible tener siempre como recién hechas.
Para empezar, solo hay que contar con un buen distribuidor de empanadas congeladas para hosteleria y con un horno adecuado para calentarlas. Se hacen de una manera bastante rápida, por lo que son perfectas si se ve que se van acabando los pinchos y se quiere tener un repuesto o si se nos están acabando ciertos productos de la carta y queremos sacar algo para reemplazar antes de que nos quedemos sin opciones para elegir en la carta del menú.
Como las hay de diferentes sabores, los clientes tendrán para escoger según sus preferencias e incluso se pueden llevar a domicilio bajo encargo, para prepararlas en el momento en que se pidan y que lleguen a casa calientes y en cuestión de poco tiempo. Normalmente, en menos de una hora se puede tener la empanada totalmente lista para consumir, lo que es un plazo de espera bastante razonable para este tipo de producto.
Esto puede ayudar a aumentar ventas, sobre todo si se tienen siempre preparadas algunas empanadas en diferentes sabores para que los clientes que llegan por la puerta puedan llevar un trozo al momento. Al irse preparando según se van vendiendo, no habrá problemas de quedarse con varias al final del día ya que los trozos que van quedando pueden ofrecerse como pinchos a los clientes que consumen en el establecimiento.
Las empanadas para hostelería suelen tener un formato mayor que las empanadas que se venden en las panaderías para casa ya que están pensadas para tomarse en forma de raciones, por lo que una empanada dará para varios clientes si se pone como primer plato y para muchos pinchos si se ofrece con las bebidas. Son económicas y muy prácticas y ofrecen una gran solución, siempre a mano, para tener algo que ofrecer a cualquier grupo inesperado que quiere un picoteo.