¿Tienes en casa salmon congelado y no sabes cómo prepararlo? Te descubrimos cómo hacerlo de tres maneras diferentes. Solo tienes que quitarlo del congelador la víspera y dejarlo descongelar en la nevera para que esté listo al día siguiente para prepararlo.
La primera receta, es la de salmón al horno. Una preparación muy sencilla y deliciosa. Cogemos una bandeja apta para horno y colocamos sobre ella hortalizas cortadas en juliana: tomate, pimiento y cebolleta, además, unas rodajas de patatas panaderas. Colocamos encima el salmón y salpimentamos. Acabamos añadiendo un chorro de aceite de oliva virgen.
El salmón tarda muy poco en hacerse. Solo hay que precalentar el horno a 180 grados unos diez minutos, introducir la bandeja y cocinar durante diez minutos más. Como siempre, los tiempos van a depender en gran medida del horno, por lo que hay que comprobar que está hecho. Es importante que no se pase o se secará y no estará como debe.
Para este tipo de plato el corte más recomendable son los lomos, ya que son muy jugosos y resultan perfectos para cocinar en el horno.
La segunda receta es también muy sencilla. Consiste en cocinar el salmón a la plancha. Es la forma más sencilla de hacerlo. Solo hay que salpimentar el salmón y hacerlo a la plancha con un poco de aceite de oliva. Se puede acompañar con una ensalada, siendo una comida deliciosa y muy ligera que se cocina en cuestión de minutos y que es perfecta para una comida, pero también para una cena.
Para este plato puedes elegir filetes de salmón, una presentación deliciosa y que te ayudará a que se haga todavía más rápido. También puedes escoger el salmón en rodajas, pero estas deben de ser finas para que el pescado no acabe excesivamente tostado por fuera y crudo por dentro.
Por último, la tercera receta que es la más original y diferente. Pon en la sartén un poco de mantequilla con eneldo seco y, cuando esté derretida, dora por los lados una rodaja de salmón para que se selle. Baja el fuego y añade en la sartén el jugo de dos naranjas. Deja que el pescado se haga durante unos minutos y, cuando esté listo, sírvelo con el jugo reducido por encima.
Puedes acompañarlo con arroz o con un poco de puré de patata o incluso con una ensalada.