¿Es real la guerra entre usuarios de autocaravanas y otros usuarios de zonas como playas o merenderos durante el verano? Lo cierto es que, si nos fijamos en los periódicos, podríamos decir que es un problema de primera índole. Pero si vamos a los lugares afectados, excluyendo algunos casos muy concretos, los problemas son puntuales y prácticamente no afectan al día a día.
La clave, como casi siempre, está en saber convivir unos con otros. Pocas personas se quejan de que una autocaravana de pequeño tamaño o una furgoneta camperizada aparque en una plaza normal, siempre que quepa y permita usar las colindantes. De hecho, hay todo terrenos o monovolúmenes que son prácticamente idénticos en ancho.
El problema llega cuando una gran autocaravana necesita varias plazas para poder estacionar. O cuando el dueño de la autocaravana decide desplegar su coche en pleno aparcamiento y ocupar varias plazas. Y todos sabemos que las plazas en verano, son escasas y muy peleadas. Pero, ¿no sucedería lo mismo si alguien que llega con un Seat Ibiza decide abrir el maletero, sacar una mesa de merendar y la plata al lado de su coche? Evidentemente, sí. Por lo tanto, no es un problema tanto del vehículo como de las personas que lo usan y de su conducta más o menos cívica.
En el caso de quienes ocupan varias plazas desplegando enseres, es más que evidente que se trata de un problema de civismo. En de la autocaravana que ocupa dos plazas de aparcamiento, hay que saber primero si hay un aparcamiento pensado para estos vehículos y si está expresamente prohibido que accedan o no a ese parking. Si acceden con todas las de la ley, tendrán que ocupar las dos plazas porque no pueden encoger su vehículo para evitarlo.
En la mayoría de las ciudades en las que hay conflicto, la solución está llegando de manos de parkings habilitados especialmente para las autocaravanas, de manera que estas tengan plazas del tamaño adecuado a esos vehículos y que no generen problemas al ocupar más de una plaza o al circular por lugares que suelen tener poco espacio.
Muchos de los que tienen caravanas en venta muestran su preocupación por el hecho de estos conflictos se magnifiquen en prensa, sobre todo en momentos en los que no hay otras noticias de interés, y que esto pueda hacer que posibles compradores se vayan.