Tuvimos una experiencia excepcional en aquel viaje a Canarias, cuando alquilamos un camper y nos hicimos tres islas. Nos habían hablado muy bien de viajar en camper y ya teníamos una guía muy pormenorizada con muchos consejos de unos amigos que lo habían hecho antes, así que íbamos casi sobre seguro. Pero, con todo, tuvimos que enfrentarnos a varias dificultades, porque no es lo mismo dormir en hoteles que viajar con la ‘casa a cuestas’.
Lo que más nos costó al principio fue convivir en un espacio tan pequeño. Habíamos estado alguna vez de camping, pero no es lo mismo, esto es más exigente, porque es vehículo, es dormitorio, es comedor, y es todo. Pero, a poco a poco, nos fuimos acostumbrando y al final nos prometimos que lo volveríamos a hacer, pero esta vez con un camper propio ya que esta había sido alquilada, por si acaso.
Así que empezamos a buscar un camper 4 plazas dormir segunda mano. En este sentido, dudábamos entre comprar una furgoneta de segunda mano y camperizarla o comprar una ya reformada. Los amigos que nos ayudaron con el viaje a Canarias habían comprado una furgoneta y la habían llevado a un taller especializado que se dedican a camperizar vehículos. Lo bueno de esta opción es que tú mismo puedes dar todo tipo de indicaciones de lo que quieres.
En nuestro caso, con un camper 4 plazas dormir segunda mano, nuestra idea era aprovechar el espacio de la mejor forma posible, pero sin sentirnos agobiados. Teníamos un buen presupuesto y nos interesaba también una buena calidad en los materiales y en los mecanismos de movilidad del mobiliario, sobre todo de las camas.
Sabemos que un camper nunca va a ser como una casa, pero teniendo en cuenta que nuestra idea era darle un uso frecuente no nos importaba pagar un poco más ganando un espacio lo más confortable posible. Así que finalmente optamos por comprar la furgoneta y después llevarla a un taller para hacer una reforma personalizada y no nos equivocamos porque el resultado fue excelente.