Mientras nuestros hijos son pequeños nos acostumbramos a decidir por ellos, tanto en lo que se refiere a su ropa como al diseño y decoración de su habitación. Pero cuando llegan a cierta edad nuestros hijos comienzan a desarrollar su personalidad propia y debemos comenzar a ceder terreno para que puedan crecer y reafirmarse. Y esto implica cambios en su habitación para los cuales te ofrecemos algunos consejos.
-Decora de modo práctico: Usa un estor juvenil para la ventana que hará la misma función que una cortina, puede ser igualmente bonito y le resultará más práctico. En su cama, un edredón de un material sufrido, que no se arrugue con el uso y que le permita hacer la cama rápido. Incluso puedes comprarle nórdico con funda que pueda utilizarse como sábana. Piensa que cuánto más sencillo le resulte mantener la habitación hecha, más fácil será que no evite ese trabajo.
-Muebles con doble uso para darle vida a la habitación: La habitación tiene que ser cómoda para quién la va a usar. Con frecuencia se comete el error de querer decorar la habitación de un adolescente al gusto de los padres, para que se vea bonita. Al final, estará desordenada y revuelta y no será solo culpa del chaval, también de no haberla planificado bien.
Los muebles con doble función suelen ser muy adecuados para este tipo de habitaciones. El banco que se usa para sentarse a leer es también espacio de almacenamiento. La cama puede transformarse en sofá durante el día para que pueda tener una zona de estar con sus amigos o incluso comprarle una cama elevada que permita una zona de estar debajo. Ten esto en cuenta y verás como todo acaba teniendo su lugar.
-Piensa en los intereses de tu hijo/a: Antes de comprar los muebles piensa en qué necesita tu hijo. No solo va a ser un espacio para estudiar, también puede precisar un lugar para sus altavoces si le gusta escuchar música en un equipo tradicional, o para su pantalla de ordenador extragrande si es un fanático de los juegos. Pregúntale qué necesita y de esta manera siempre vas a acertar.
Si implicas a tu hijo en el diseño de su habitación, se sentirá responsable del mismo y aunque habrá que negociar muchas cosas porque seguramente acabe pidiendo demasiado, al final tendrá una habitación que considerará suya y de la cual se hará cargo.