Hemos preparado tantas veces ya el viaje a Indonesia que ya estamos aburridos. Es como si hubiéramos viajado ya varias veces… pero no. Resulta que hemos pasado de todo en relación a este viaje, incluso antes de la pandemia. Por suerte, nos gusta prevenir y siempre solemos coger un seguro de viaje en relación a los vuelos, sobre todo cuando son caros, así que no hemos tenido grandes pérdidas, aunque, poco a poco, sí que se nos ha ido algo de dinero al tener que cancelar viaje hasta tres veces.
Como digo, la primera vez fue por un tema de salud importante que nos sirvió para justificar la devolución a través del seguro, mientras que las otras dos veces fue por la pandemia, la primera nada más empezar y la segunda por no ser previsores y darnos cuenta de que el asunto iba apara largo. Supongo que le pasaría a mucha gente: una vez pasado lo peor, fuimos optimistas, y con este tema todo fue mucho más lento de lo que marcaba el optimismo.
Pero en esta ocasión estamos (casi) seguro de que iremos a Indonesia, la cuarta es la vencida, pero para calentar motores hemos pensado que lo mejor es empezar con un viaje más discreto para quitarnos el ansia de viajar. Y la elección es una visita a las cies, un paraíso diferente al que vamos a ir, pero que también es de tipo insular. Porque no olvidemos que Indonesia son nada menos que más de 17.000 islas. Increíble, ¿verdad? Claro que de esa cifra solo vamos a conocer un tanto por ciento irrisorio, pero suficiente.
De cualquier manera, con la visita a las cíes esperamos quitarnos un poco el óxido de los viajes. Porque entre unas cosas y otras no hemos salido de la península en cinco años. Siempre pensando en nuestro gran viaje, no quisimos invertir el dinero en otro viaje ambicioso, y solo hicimos pequeñas escapadas. Con el viaje a las Cíes estamos ilusionados porque sabemos que el futuro se ha despejado y no parece que ya vayamos a tener más sorpresas. Aunque habrá que cruzar los dedos por lo que pueda pasar.