Comuniones

Mejores telas para vestidos de primera comunión

La primera comunión es un momento de especial emoción y solemnidad. La indumentaria elegida debe corresponder a la gravedad del sacramento de la Eucaristía, y es aquí donde cobran protagonismo el lino, el tafetán, la organza y otras telas populares en la ropa de comunión para niños y niñas.

Una de las más utilizadas es el algodón, un tejido cómodo, fresco y transpirable, perfecto para meses tan cálidos como mayo. Se emplea en vestidos y otras prendas de comunión, y gracias a su mantenimiento simple, puede reutilizarse sin temor a deteriorar la tela.

Más delicada es la organza, una tela vaporosa y transparente, común en faldas a las que interesa dotar de volumen. Su ligereza y movimiento agregan un punto de gracia a los vestidos infantiles para comunión. Su estética es compatible con multitud de tejidos, además.

Por su parte, el lino es una elección habitual en camisas, pantalones y faldas de primera comunión debido a su elegancia, tacto agradable y respuesta absorbente a la humedad, inevitable en los días de intenso calor. Esta característica es útil, dado que la mayor parte de estas celebraciones se fechan en primavera.

En cambio, la transpirabilidad no figura entre las virtudes del tafetán, que destaca más por su brillo, suavidad y lisura. Más allá de su estética elegante, se utiliza sobre todo para dar estructura y rigidez a ciertos vestidos.

Otra de las telas inseparables de fiestas de comunión es el encaje. Este tejido ornamental se aplica indistintamente en atuendos como en sus adornos: cenefas, puños, etcétera. Puede adquirirse en diversos estilos, y no hay por qué temer a las modas: el encaje es atemporal.

En la indumentaria usada en comuniones también es común usar el satén. Esta tela se caracteriza por su brillantez, tersura y comodidad. Como las anteriores, está disponible en colores y estilos variados.