Navieras

¿Qué destinos naturales requieren autorización para visitarlos?

Con el fin de preservar sus ecosistemas en óptimas condiciones, los destinos naturales más preciados de la Península permanecen restringidos al público general, exceptuando en ciertos casos a la población autóctona. Un claro ejemplo puede encontrarse en el Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas, cuyos visitantes deben solicitar una autorización formal a la Xunta de Galicia.

 

Con una autorizacion illas atlánticas xunta, los viajeros pueden explorar libremente las Cíes, la Ons y otros parajes isleños pertenecientes a este parque nacional, que sobresale por su diversidad. Sólo entre las algas se cuentan más de doscientas clases de indiscutible valor ecológico. También la orografía destaca por su heterogeneidad, con dunas, playas, acantilados, etcétera.

 

Aunque su popularidad sea grande, no todos los destinos exóticos de Galicia se ubican en las Islas Atlánticas. Así lo demuestra la playa de Las Catedrales, el enclave más turístico de Ribadeo, visitable sólo con una autorización previamente expedida por la Administración o mediante la contratación del ‘Bus Praia’.

 

Mediante este trámite, las autoridades buscan prevenir los efectos nocivos de la masificación turística en Las Catedrales o As Catedrais, un arenal que debe su nombre a las impresionantes formaciones geomorfológica que presentan sus acantilados. Además del permiso, los viajeros deben considerar la peligrosidad de las mareas que inundan parte de Las Catedrales e impiden su exploración adecuada.

 

Más allá de las islas y las playas, los entes públicos responsables de preservar el patrimonio natural también ponen sus miras en los parques y reservas protegidas. En este sentido, la reserva natural integral de Muniellos es un ejemplo muy representativo. La Administración de este destino asturiano sólo expide un permiso por persona cada 365 días.

 

Más estrictas son las autoridades en el islote de Lobos, en Canarias, donde exigen a los visitantes que, además de un permiso oficial, no se supere el aforo máximo permitido al día, de doscientas personas.