Telefonía

Bloguera y ahora también mamá

Como bien sabéis he tenido un motivo más que justificado para no publicar nada desde septiembre. Se llama Iván, acaba de cumplir un mes y nació pesando casi cuatro kilos. Está enorme, o eso dicen sus dos abuelas y todas sus tías. Digo todas, porque a las dos tías “de verdad” que tiene por parte de padre se han sumado mis amigas del grupo de ex gordis, las que me acompañan desde hace ya más de cinco años y que han asumido el papel de las hermanas que nunca tuve para malcriar a este niño.
Con el bebé han llegado muchos cambios.
El primero, por supuesto, es que voy todo el día zombi con la falta de sueño. Es algo que ya teníamos asumido y por fortuna la ayuda de estas “tías voluntarias” me permite hacer una pequeña siesta cuando vienen de visita.
El segundo, que he pedido una reducción de jornada para después de la baja por maternidad.
Echando números he visto que me compensaba más que llevar a Ivan a la guardería todo el día ya tan pequeñito y ya que la empresa para la que trabajo te da esa posibilidad dentro de su programa de conciliación, he decido aprovecharla. Ganaremos calidad de vida.
Toca empezar a ahorrar, algo que como todas las mamis sabéis es extremadamente difícil con un bebé de meses. Gracias a que estoy dándole pecho no necesito comprar leches infantiles ni tener mil biberones. Pero lo de los pañales no tiene arreglo. Y como eso un montón más de pequeñas cosas que van sumando y sumando.
He estado pensando en hacer trabajos desde casa para compensar un poco lo que cobraré de menos, pero no sé si será una utopía.
Lo que está claro es que ahora estaré conectada a la WiFi de casa mucho más tiempo, así que he decidido cambiar mi plan de datos por una de las ofertas masmovil en la que tengo también el ADSL de casa por la cuarta parte de lo que estaba pagando hasta ahora. Por algo se empieza.